Cuando existen problemas de conducta, un aspecto que suele ser importante es ayudar al niño o niña a interiorizar técnicas que le permitan autocontrolarse en los momentos conflictivos.
Existen varias técnicas de autocontrol. Una de las más usadas, principalmente en edades tempranas y en educación infantil, es la de la tortuga.
En este primer enlace, tenéis el CUENTO de la tortuga contado con imágenes, texto breve y de forma sencilla:
En este segundo enlace, tenéis, en una sola página, LAS CUATRO FASES de la que consta esta técnica. Tras la narración del cuento, suelo recomendar al profesorado que refuerce y trabaje la técnica con el alumnado, primero, coloreando individualmente los dibujos, y después, dejando bien visible las fases de autocontrol en un lugar privilegiado del aula, por ejemplo, en la zona de la asamblea. Ello facilitará trabajar de manera preventiva la técnica, y recordarla cuando haya surgido un problema.
Por último, como toda técnica o proceso novedoso que queramos poner en práctica, es preciso recordarla y reforzarla a menudo, y enseñar técnicas de respiración y relajación, que son incompatibles con la impulsividad o la agresión.
En el siguiente enlace, os adjunto en detalle la TÉCNICA COMPLETA DE LA TORTUGA, donde aparecen todas los condiciones previas y posteriores para que su aplicación sea efectiva. Es un documento de Marlene Schneider y Arthur Robin, y, aunque está orientado a alumnado con TDAH, puede usarse con todo aquel niño o niña que tenga dificultades para controlar sus impulsos.
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